Impresionista y abstracto
Esta página está dedicada a dos enfoques fotográficos que se diferencian deliberadamente de la fotografía clásica: la fotografía impresionista y la fotografía abstracta.
Fotografía impresionista
La fotografía impresionista utiliza técnicas específicas, como el desenfoque por movimiento, la exposición múltiple, el enfoque selectivo o el juego con los reflejos de luz. El objetivo no es representar el motivo con todo detalle, sino capturar la atmósfera y la impresión del momento. Para ello, suelen utilizarse tiempos de exposición más largos, movimientos de cámara o filtros especiales.
Fotografía abstracta
La fotografía abstracta se aleja del motivo reconocible. Trabaja con estructuras, colores, formas y contrastes que pueden surgir de recortes extremos, macrofotografías, desenfoques o retoques digitales. El resultado son imágenes que no documentan, sino que representan experimentos visuales y abren nuevas perspectivas.
Puntos en común
Ambos enfoques ponen el énfasis en la percepción. Aprovechan las posibilidades técnicas de la cámara —desde el tiempo de exposición y la apertura del diafragma hasta la elección del objetivo y el posprocesamiento— para crear imágenes que no reflejan la realidad, sino que la interpretan.
Esta página web muestra trabajos basados en estos principios y dedicados a visibilizar la diversidad de la fotografía experimental.